Juan Carlos Tanus: Procesos de integración en Venezuela favorecen a colombianos

Por: Reinaldo Linares
El director de la Asociación de Colombianos en Venezuela destacó los programas de inclusión que existen en nuestro país

El pasado 16 de enero estalló un conflicto armado en la región del Catatumbo entre factores disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), denominadas ahora Frente 33, y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el control de una zona mayormente rural.

Esta situación ha dejado como saldo más de decenas de muertos, además de heridos, secuestrados y personas desplazadas, muchas de ellas movilizadas hacia territorio venezolano, tanto por Táchira como por el estado Zulia, lo que ha puesto de nuevo en el tapete la migración forzada desde territorio colombiano, producto de la violencia y la guerra civil que desde finales de los años 40 del siglo XX azota al vecino país, en especial a los factores más vulnerables.

Juan Carlos Tanus, director ejecutivo de la Asociación de Colombianos en Venezuela, explicó en entrevista concedida a Últimas Noticias el contexto global del fenómeno migratorio colombiano, incluyendo el de los últimos días, y todo el proceso político, económico y social que se ha dado en el país durante más de ocho décadas.

—¿Qué está pasando en el Catatumbo? ¿Por qué se está generando ese desplazamiento desde Colombia?

—En el Catatumbo conviven unos 280.000 colombianos, con un desarrollo económico basado en hidrocarburos, minería y producción de alimentos, pero hay un cuarto renglón, que es el desarrollo de las economías ilícitas, como la minería ilegal y los cultivos de coca, además de que existen siete estructuras de orden militar que funcionan en la zona: El Ejército de Liberación Nacional, que llegó allí en el año 1970; el Frente 33, que es una disidencia de lo que antiguamente fueron las Farc; otra Farc, también disidente, que es la Segunda Marquetalia, que tiene presencia en la zona; un frente del Ejército Popular de Liberación, también nacido en los años 70, pero con acuerdos de paz firmados en 1990 para la nueva Constitución de Colombia.

Adicionalmente a eso está el Clan del Golfo, que ha estado allí, porque ellos con la antigua franquicia, que eran Los Rastrojos, dominaban parte de los ejercicios locales; también se encuentran ahí actores de bandas criminales, organizadas o no, pero están operando en la zona; está la presencia del Estado, que tiene cuerpos policiales y militares armados, como el Ejército, la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación. Por eso es fácil suponer que ahí no puede haber tranquilidad en la cotidianidad del Catatumbo, tomando en cuenta que esa región tiene hoy alrededor de 42.000 hectáreas sembradas con hojas de coca, y Tibú es el primer municipio dentro de la subregión del Catatumbo con sembradío de coca de toda Colombia.

Índice
  1. “Por intereses”
  2. El proceso
  3. Comentarios

“Por intereses”

—¿Pero si esa realidad existe desde hace mucho tiempo, por qué estalla ahora este conflicto?

—Por intereses. Resulta que el Ejército de Liberación Nacional y el Frente 33 de las Farc han decidido negociar con el Gobierno en el contexto de lo que se llama La Paz Total, proceso en el que Venezuela ha sido garante y facilitador, un amigo del pueblo colombiano que quiere que ese conflicto se supere. El ELN ha venido acompañando la propuesta, y el Frente 33, que se presume va a firmar un acuerdo que va a permitir la desmovilización de sus tropas. Para el ELN esa acción adelantada del Frente 33 implica revelar secretos sobre el pacto para operar en la zona y mantener el equilibrio en medio de la guerra, y el Ejército de Liberación Nacional entonces viola el derecho internacional, los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Entonces, esa confrontación ha desplazado poblaciones, ha confinado a otras, ha asesinado a otras, y hoy las cifras son escalofriantes, pues en los últimos 10 días ya estaremos hablando de unas 50.000 personas desplazadas en el Catatumbo y una zozobra general, pues el ELN tiene un poquito más de 2.300 hombres armados y el Frente 33 entre 300 y 500 hombres.

—¿Hay una cifra aproximada de la cantidad de desplazados del Catatumbo a Venezuela y cómo se ha dado ese proceso de recepción y atención?

El Gobierno venezolano ha dispuesto dos espacios geográficos muy importantes: el municipio García de Hevia en Táchira y el municipio Jesús María Semprún en el estado Zulia. En el estado Zulia hay cuatro puntos de ayuda humanitaria, de concentración, por donde han pasado un poco más de 1.100 personas, entre ellas la población que ha estado muy cercana a Tibú, porque al municipio Jesús María Semprún y a Tibú los divide estrictamente un río, y nosotros, desde la Asociación de Colombianos en Venezuela, tenemos registros que pudieran superar las dos mil personas atendidas en territorio venezolano.

El proceso

—¿Cómo se ha desarrollado este proceso del lado de la frontera con Táchira?


La reacción de Venezuela pareciera que fue una cosa planeada de años: los cuatro albergues, con los equipos del Ministerio del Interior, Protección Civil, Policía Nacional, el Equipo de Tarea Simón Bolívar, y en Cúcuta atienden 19.000 desplazados. Hoy, esos 19.000 desplazados tienen un caos total, porque están en el estadio, porque los niveles de atención en materia de alimentación son escasos, muy precarios, y no ha habido todavía una respuesta adecuada. En Cúcuta, la alcaldía y la Gobernación del Norte de Santander aún no se ponen de acuerdo para saber qué se hace con esto, tanto así que el presidente Gustavo Petro ha tenido que convocar al estado de conmoción interior, pero ese estado de conmoción interior la Corte lo puede echar para atrás en menos de 90 días, por eso es que quienes tienen parientes en Ureña o en el municipio Bolívar, pues lógicamente van a pasar a Venezuela.
El proceso migratorio de Colombia hacia Venezuela como consecuencia de la guerra civil no es un hecho reciente y se dice incluso que el mismo comenzó tras el asesinato del líder Jorge Eliécer Gaitán en 1948.

¿Cómo se ha desarrollado este proceso?

El 9 de abril del 48 asesinan en Bogotá a Jorge Eliécer Gaitán, entonces los pobladores de origen liberal, fundamentalmente en la frontera, cruzaban para este costado buscando protección; esa es una migración de orden político. En Yaracuy tenemos una familia que se vino justamente en el 48, porque el papá era un teniente retirado del ejército, muy conservador, y los liberales lo buscaban para asesinarlo, entonces decidieron venirse a Yaracuy y en Yaracuy trabajaron, consiguieron tierras; esa es la primera muestra que nosotros tenemos para, científicamente, basar nuestra tesis de que, en territorio venezolano, a partir del 48 fue cuando se incrementó el proceso migratorio, sin desconocer que en las guerras de liberación los colombianos participaron con el general Simón Bolívar en la contienda.

—¿Cómo se desarrollaron los siguientes ciclos?

A partir de 1948 comenzaron los ciclos, principalmente la gente del campo, los que se venían eran los campesinos, porque la violencia política en Colombia del periodo 48 al 53 afectó más a los sectores rurales que a los sectores urbanos, porque en los urbanos pudieron controlar la situación rápidamente, por ejemplo, el Bogotazo se controló muy rápidamente, pero lo que quedó en el Tequendama o en municipios aledaños a la geografía de Cundinamarca (Bogotá), eso terminó siendo guerrillas de las Farc, porque los liberales que se fueron al monte a protegerse de los conservadores, terminaron creando una guerrilla liberal, que luego en el 53 decidieron negociar y terminan consolidándose con la aparición de Manuel Marulanda.

Luego viene una recesión económica importante en Colombia; la economía colombiana entra en crisis y hay una gran movilización hacia territorio colombiano, y con la economía petrolera venezolana disparada, se generaron ciclos que terminaron acuñando eso que en 2006 ciframos en 4.186.000 colombianos viviendo en el territorio venezolano.

—Con el gobierno del presidente Chávez ¿bajó o subió el flujo migratorio colombiano?

En este último cuarto de siglo en Venezuela, la población colombiana que llegó a Venezuela, en promedio se quedaban 100.000 colombianos por año, sumando ese promedio año a año, ahorita se estima unos 5.500.000 colombianos viviendo ahorita en territorio venezolano.

—¿Cuáles son los estados y regiones donde se encuentran mayormente estas personas residenciadas y cuántos colombianos viven por ejemplo en Petare, donde se dice que hay una gran cantidad de personas del vecino país?

De acuerdo con el mapeo realizado en el año 2008 y que fue entregado en ese entonces al presidente Chávez, Zulia era el mayor estado con presencia de colombianos con 660.000, el segundo era Miranda con 580.000, el tercero era Carabobo con 530.000, el cuarto era Táchira con unos 420.000, y en cuanto a los municipios, el primero era Maracaibo y el segundo el municipio Libertador, sin incluir el área metropolitana. Ahora, si usted pega Caracas, La Guaira y Miranda, hoy es el primer eje con mayor población, por encima del Zulia.

—¿Qué ocurrió con las llamadas migraciones pendulares y migraciones transfronterizas?

¿Qué ha ocurrido aquí? En el Zulia, que tenía cuatro millones de habitantes, es uno de los estados que más población tiene en los siete departamentos de la costa colombiana, ¿por qué?, bueno porque en el Zulia hay sectores como Tres Bocas, que son estrictamente barrios creados por los colombianos, que se vinieron huyendo del conflicto, y crearon este barrio cercano a Mara. Igual ocurrió con Petare, aunque Petare tiene una particularidad: aquí se desarrolló un proceso más agrícola y más industrial urbano, pero a partir de 2015, cuando Estados Unidos decretó las medidas unilaterales contra Venezuela, la economía se vio afectada y esta población se trasladó a los siete departamentos costeños: Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y Guajira, entonces Zulia quedó despoblada de colombianos.

—¿Cómo ha sido el proceso migratorio de aquellos colombianos que se han venido a Venezuela, no de manera forzada, sino por voluntad propia?

Es oportuno acotar que la migración colombiana está dividida en dos: una migración económica y una migración política. La migración política tiene varias aristas: la población desplazada colombiana, la población confinada colombiana, que ha sido perseguida y amenazada, pero eso solo es el 2 por ciento de la población que está aquí, para ser más exactos, el 1,6 por ciento, y el 98 por ciento es población migrada de origen económico, es decir, aquellos que vieron acá la oportunidad, que un amigo les habló de las oportunidades de trabajo, que un pariente ya estaba acá y decidió por reubicación familiar venirse, o que quería estudiar petróleo y acá le era más fácil y más barato.

—¿Es decir que muchos colombianos se vinieron a Venezuela para cursar estudios?

En este último cuarto de siglo los colombianos hemos estudiado más en Venezuela que los 75 años anteriores de migración, y eso tiene que ver con el tema de la oferta. En Venezuela la oferta educativa ha sido de tal magnitud, que pueden estudiar tus hijos sin tener documentos de identificación. El derecho fundamental a la educación está consagrado y no hay exigencias frente a tener documentos, allá cuando el chico sea grande y tenga que resolver la documentación ante el Saime. Todavía con la campaña que hay en territorio colombiano frente a Venezuela, usted puede ver cómo la población colombiana está pidiendo acceso a visas para estudios de postgrado.

—¿Hay algún balance en cuanto a la educación primaria y educación media?

Aquí colombianos aprendimos a leer y a escribir en la Misión Robinson, hicimos bachillerato en la Misión Ribas y luego muchos estudiamos en la Misión Sucre. Nosotros hasta el año 2006 teníamos 67.000 colombianos que habíamos terminado estudios de pregrado en Venezuela, pregúnteme usted ahora, si de los 540.000 venezolanos que se han beneficiado de la oferta pública en Colombia, cuántos han terminado pregrado; solo hay primaria y bachillerato escasamente. Usted hace un postgrado en Venezuela y le cuesta 300 dólares, mientras que usted hace un postgrado en Colombia y le puede costar 40.000 dólares.

—¿Cómo califica usted el proceso de inclusión de la migración colombiana, en especial durante la Revolución Bolivariana?

Si Venezuela estuviera en Europa, fuera complicadísimo, porque en Europa no se puede mover si no tiene el documento migratorio; en territorio venezolano, hoy, después de 25 años de oferta social, de oferta incluyente, todavía hay población irregular, pero eso no la ha alejado de los beneficios de la oferta pública que ha hecho el Gobierno.

Aquí los procesos de integración han sido muy favorables para los colombianos. Pareciera que Venezuela, y con mucho respeto lo digo, es el departamento número 33 de Colombia. Entonces, nosotros regularmente somos irresponsables, nos vamos a Venezuela sin documentos, sin resolver los temas migratorios, y como lo ha habido todo: hay educación, puedo trabajar, puedo tener mis hijos allá, pues nunca nos habíamos concentrado en el tema de la regularización migratoria, porque la oferta, la condición humana con la que se traduce la oferta social que se hace en Venezuela es muy distinta a la del resto del mundo.

—¿Hemos avanzado en el proceso de integración?

Con la llegada del compañero Hugo Chávez, hemos recibido mayor atención. Podríamos hablar de entre ocho y nueve millones de personas con la doble nacionalidad; es una cifra como para afirmar que nuestra gente se siente acogida aquí. Con la llegada de Hugo Chávez la visibilización fue superior, tanto es así que ahora tenemos diputados a la Asamblea Nacional de origen colombiano, alcaldes de origen colombiano, concejales de origen colombiano. Aquí la hermandad es única.

Comentarios

  • Deportaciones. Mencionó que ”en los 25 años anteriores a Chávez, la curva de deportación llegaba al límite, 100 por ciento. Desde que asumió el compañero Hugo Chávez, en el último cuarto de siglo, la curva de deportados no alcanza ni siquiera el 2 por ciento de lo que fue en los 25 años anteriores”.
  • Ocaña. La situación en Ocaña, que es el municipio colindante con el departamento del Cesar, también es crítica, pues ha aumentado la población por los desplazados, que podrían ascender hasta más de ocho mil.
  • Frontera. “Antes de que se disolviera la Gran Colombia los colombianos y los venezolanos éramos uno solo, y es a partir de 1831 cuando se traza la frontera que nos dividió en dos países, trazado que fue finalmente consolidado en 1941”.
  • Educación. “Mi hijo nunca hubiera podido estudiar medicina en Colombia, porque un semestre de medicina me costaba 35 millones de pesos, más póngale otros 25 millones de pesos por semestre, y hay que estudiar seis años, y en Venezuela estudió y mil dólares le costó la carrera, y además el Gobierno le otorgó una beca”.

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