
Libro sobre "La unidad de la izquierda y el progresismo en Colombia" abre el debate de la coyuntura electoral 2026

Por: Carlos Eduardo Calderón Llantén
El pensamiento complejo es el abordaje conceptual a partir del cual podemos interpretar y orientar el proceso de la unidad de la izquierda y el progresismo. Nos permite un análisis holístico, no lineal, que entrelaza de manera dialéctica, en el tiempo y el espacio, los diferentes caminos que toman las confluencias de los movimientos, los partidos y las bases populares. No existe una fórmula predeterminada, este texto presenta unas reflexiones indicativas para la formulación colectiva y plural de consensos. Es una invitación al diálogo constructivo y al sano debate político.
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Agradecimientos I 9
Prólogo I 11
Introducción I 27
1. Esfuerzos de unidad después del Frente Nacional y la Constitución de 1991 I 33
2. Elecciones presidenciales de 2018 I 39
3. El triunfo del Pacto Histórico en 2022 I 45
4. Umbral electoral I 55
5. Experiencia latinoamericana y el caso francés I 61
6. Debate sobre los conceptos de izquierda, derecha y progresismo I 93
7. Partido/movimiento unitario y frente amplio I 107
8. Estructura político electoral para el triunfo I 123
9. Los liderazgos, clave para la unidad I 147
10. Conclusiones I 151
Prólogo
En el transcurso del año 2024, en las redes sociales y en los grandes medios de comunicación, se han conocido diversos pronunciamientos y artículos acerca de la unidad de la izquierda y el progresismo, en torno a la conformación de un partido o movimiento político, dónde puedan confluir la mayoría de las organizaciones políticas que hoy hacen parte del Pacto Histórico.
En el presente libro, escrito por Carlos Eduardo Calderón Llantén, un biólogo y destacado profesional que ha ejercido exitosamente diversos cargos de dirección en varias entidades del Estado y publicado artículos científicos y libros sobre desarrollo sostenible y salud ambiental, ahora decide optar por la reflexión de temáticas que generalmente son abordadas por politólogos, filósofos y otros profesionales de las ciencias sociales. Desde su adolescencia y juventud, siempre ha estado inmerso en el tema político, militando en la izquierda, participando activamente en los procesos electorales de Congreso y Presidencia de la República en diferentes períodos, así como en otras dinámicas sociales y políticas alternativas. Este texto se constituye en un aporte significativo a la comprensión de diversos factores de orden conceptual, histórico, coyuntural y legal, que han incidido, condicionan y enmarcan el desarrollo y fortalecimiento del proceso de unidad de la izquierda y el progresismo en Colombia, que continúa liderado por el Pacto Histórico y otras iniciativas convergentes.
Antes de adentrarnos en el libro en cuestión, debemos subrayar que al calor del debate al que hacemos referencia, las agrupaciones políticas vinculadas al Pacto Histórico, motivadas en gran medida por el llamado a la unidad hecho por el presidente Gustavo Petro, comenzaron a tomar decisiones en torno a la unidad de la izquierda y el progresismo. Es así como, durante la segunda mitad del 2024, la mayoría de las fuerzas políticas del Pacto Histórico llevaron a cabo sus respectivas asambleas en las cuales se decidió confluir o fusionarse en un gran partido, cuya asamblea de constitución se proyecta llevar a cabo durante la primera mitad del año 2025. Sin embargo, se debe señalar que la gestación de dicha iniciativa comenzó a cobrar importancia desde inicios de 2023.
En efecto, mucho antes de haberse cumplido el primer año de gobierno de Gustavo Petro, algunos lideres de la izquierda y del progresismo integrantes del Pacto Histórico, comenzaron a expresar públicamente su preocupación sobre el qué y el cómo hacer para sostener y fortalecer la unidad entre las distintas fuerzas políticas y sociales allí agrupadas, las cuales, en el marco de la legislación electoral, no podrán concurrir como coalición a las elecciones de Congreso y Presidencia, que tendrán lugar en 2026, debido a que en las elecciones de 2022 dicha alianza política obtuvo más del 15% de la votación y de curules en el Congreso de la República.
La mirada apuntaba principalmente hacia las elecciones de Congreso y Presidencia de la República que se realizarán en el año 2026, a fin de darle continuidad a las reformas estructurales y al proceso de cambio por el que el electorado se inclinó mayoritariamente en las elecciones de 2022. No obstante, cabe señalar que algunos dirigentes plantearon que se trataba de un tema que debería abordarse inmediatamente, con miras a fortalecer el proceso de unidad, en departamentos, distritos y municipios, a fin de obtener mejores resultados en las elecciones territoriales que se llevaron a cabo en octubre de 2023, lo cual, dicho sea de paso, no fue posible, debido a la falta de claridad sobre el mismo y a que toda la militancia se encontraba absorbida por la campaña electoral en sus respectivos territorios.
En ese contexto, reconocidos dirigentes de izquierda empezaron a expresar sus puntos de vista sobre el tema de la unidad y el futuro del Pacto Histórico. En febrero de 2023, Eduardo Noriega, Guillermo Alfonso Jaramillo, Clara López, Luis Carlos Avellaneda, Wilson Borja, Yesid García y Marcelo Torres, suscribieron un documento de trabajo denominado: “Ruta hacia el Partido Unitario”, en el cual se “propone sin ambigüedades la urgencia y necesidad de conformar, sin demora, el Partido Unitario del Pacto Histórico”. En el mismo, se mencionan algunas características de lo que sería el Partido Unitario, así como el Frente Amplio. Al final del documento se establece que “La Asamblea Constitutiva del Partido Pacto Histórico se celebrará los días 24 y 25 de junio de 2023, previo al inicio de inscripciones”.
El deseo de quienes suscribieron el mencionado documento era que el proceso hubiera dado sus frutos mucho antes de las elecciones territoriales de 2023, con base en la consideración y advertencia, según la cual: “el reto que plantean las elecciones regionales y locales exige tomar el paso de transformar la coalición del Pacto Histórico en el Partido Pacto Histórico. Un resultado electoral pobre puede debilitar la coalición de gobierno y, por tanto, reducir las posibilidades de triunfar nuevamente en 2026 …”.
Pero la realidad era otra, distaba demasiado de los deseos y del deber ser. Además de estar inmersos en un año electoral, la unidad no se podía decretar e imponer burocráticamente, de arriba hacia abajo. Todo lo contrario, de lo que se trataba era de hacer partícipe a toda la militancia de las diversas fuerzas políticas y sociales, en todos los territorios, en la construcción del partido unitario, realizar un análisis de la coyuntura política, hacer conciencia sobre las fortalezas y debilidades, así como de las amenazas y oportunidades que enfrenta dicho reto, socializar y analizar el proyecto de estatutos, recoger las expectativas, temores y propuestas de la militancia, según agenda y metodología propuesta por la dirección del Pacto Histórico.
Posteriormente, en enero de 2024, el día del fallecimiento de Piedad Córdoba, el presidente Gustavo Petro escribió en su cuenta de X, “Les propongo: reunión de las 1.500 personas elegidas en 2023: El congreso progresista. Decisión de configurar un solo partido político. Convocatoria al frente amplio en cada municipio, departamento y la nación con todas las fuerzas democráticas que quieran”. El llamado es a que las distintas fuerzas políticas que integran el Pacto Histórico desistan de sus personerías jurídicas y se fusionen en un partido. En otras palabras, el Pacto Histórico, dejaría de ser una alianza política, para convertirse en un partido.
El mismo llamado fue hecho por el presidente Gustavo Petro, fundador de Colombia Humana, en la segunda Asamblea Nacional de dicho movimiento político, realizada en agosto de 2024. La Asamblea, mayoritariamente, acogió dicha propuesta y se comprometió a impulsarla. Desde entonces se han conocido diversos pronunciamientos favorables hechos por parte de la mayoría de las organizaciones políticas y líderes que integran el Pacto Histórico, según los cuales se comprometen a tomar parte activa en la constitución y construcción de una organización política que aglutine a la materia de las fuerzas políticas de la izquierda y el progresismo. Así, por ejemplo, a propósito de la Asamblea de escisión realizada por mais, a mediados de noviembre de 2024, para facilitar el ingreso de María José Pizarro y otros militantes al nuevo partido, el presidente Gustavo Petro saludo dicha determinación y escribió en su cuenta de X:
“Las fuerzas más importantes de la coalición Pacto Histórico han decidió confluir en un gran partido que sea capaz de conseguir las mayorías nacionales para profundizar la transformación de Colombia y no dejarla devolver al estiércol de petróleo y sangre mezclada en la que la tenían”.
Lo aquí expresado significa, entonces, que estamos atravesando por una coyuntura histórica en la cual el tema de la unidad de la izquierda y del progresismo, y su materialización en un partido donde puedan confluir la gran mayoría de organizaciones políticas, ha cobrado una singular y trascendental importancia en la agenda del conjunto de dirigentes y organizaciones políticas y sociales, que hoy se identifican con el gobierno del cambio y su propuesta programática.
Así las cosas, como ya lo mencionamos, resulta de suma importancia la publicación y estudio de artículos, ensayos y libros sobre el tema de la unidad, como el que aquí se coloca a consideración del lector, en el cual Carlos Calderón Llantén, apoyado en su praxis y formación política, así como en la lectura de diversos autores, especialistas en la materia, aborda a profundidad, de manera didáctica y con una perspectiva histórica, la temática referida a la unidad de la izquierda y el progresismo. Ejercicio académico que contribuye significativamente a la cualificación política de militantes, simpatizantes y voluntarios, especialmente de jóvenes, que apenas comienzan a adentrarse en el conocimiento de lo difícil y complejo que han sido y siguen siendo los procesos de unidad a los que estamos haciendo referencia.
En el libro La unidad de la izquierda y el progresismo en Colombia, en una primera parte, que incluye los primeros cuatro capítulos, se describe los procesos de unidad de la izquierda y el progresismo vividos en Colombia desde mediados de la segunda mitad del siglo XX, hasta el triunfo del Pacto Histórico en 2022; se presenta y comenta ligeramente las estadísticas electorales de 2018 y 2022, tanto a Congreso como a Presidencia de la República y, finalmente, se reflexiona acerca del umbral electoral, como un condicionante legal que obliga a las fuerzas políticas con personería jurídica, que en las elecciones de 2022 legalmente hicieron parte del Pacto Histórico, a progresar en la unidad de la izquierda y el progresismo. En una segunda parte, desarrollada en el capítulo 5, se incluye una interesante descripción sobre las experiencias vividas por la izquierda y el progresismo en otros países de América Latina y sus enseñanzas para el proceso colombiano. En una tercera parte, que comprende los capítulos 6, 7 y 8, a partir de una clarificación conceptual sobre los conceptos de izquierda, derecha y progresismo, define lo que en su concepto es un partido unitario y el frente amplio, para finalmente desarrollar en el capítulo 8, denominado “estructura política electoral para el triunfo”, su propuesta de confluencia unitaria y sus relaciones con el Partido Unitario, con los demás agrupamientos y organizaciones de izquierda y con el Frente Amplio. Dicha propuesta esta soportada en el hecho claro que ya empezó a vislumbrarse y es que algunas de las agrupaciones que han hecho parte del Pacto Histórico, por diversas razones –al menos en un comienzo–, no van a ingresar al partido o movimiento unitario, tal y como lo expresó el agrupamiento Unitarios, que se conformó en noviembre de 2024.
Así las cosas, luego de la presentación general del libro, y dada la coyuntura política que estamos viviendo en Colombia, caracterizada por una polarización y rivalidad creciente entre las fuerzas de la izquierda y la derecha, en sus diversas tendencias, cuándo ya existen determinaciones muy claras sobre la conformación de un movimiento político integrado por: Colombia Humana, Polo Democrático Alternativo, Unión Patriótica UP, Partido Comunista Colombiano y Progresistas (escisión del mais), anunciado el 17 de diciembre en acto político realizado en el Hotel Tequendama de Bogotá, y cuando prácticamente ya se dio inicio a la campaña política para la elección de un nuevo Congreso y Presidente de la República, que tendrá lugar en 2026, resulta oportuno enmarcar, ampliar y/o resaltar algunos de los temas aquí abordados por Carlos Calderón.
El libro inicia con un inventario y rápida descripción de los procesos de unidad de la izquierda que tuvieron lugar en Colombia desde la década de los setenta del siglo XX, hasta la primera década del siglo XXI, los cuales no duraron mucho, debido principalmente a las actitudes sectarias y a los egos de sus dirigentes. Se trata de procesos, que no conoce la gran mayoría de la militancia, pero que deben ser estudiados, por cuánto ello explica, en gran medida, el por qué, a diferencia de la mayoría de los países de América Latina, tardamos tanto para que una fuerza de izquierda y progresista llegara a la Presidencia de la República. Cabe recordar que antes de la Constitución de 1991, sectores de izquierda, siguiendo las orientaciones del cura Camilo Torres Restrepo, se oponían a la participación en elecciones. Allí se mencionan los procesos de unidad desarrollados durante un periodo que abarca cuatro décadas, así: la Unión Nacional de Oposición –uno–; el movimiento firmes; el Frente Social y Político y el Polo Democrático Alternativo –pda–, entre otros. Se trata de un brochazo, muy rápido, para subrayar que la unidad no es de ahora y no ha sido fácil, pero que en múltiples ocasiones se han hecho contribuciones a la misma.
Para el proceso de unidad actual, resulta de suma importancia profundizar en las fortalezas y debilidades de lo que fue el proceso de unidad forjado en torno al pda (periodo 2005-2010), el cual fue liderado por las fuerzas políticas aglutinadas en torno a Alternativa Democrática y al Polo Democrático Independiente pdi, por cuanto, históricamente, el pda constituye el antecedente y referente más inmediato de unidad de la izquierda y el progresismo que precedió al Pacto Histórico.
El proceso de unidad de la izquierda generado en torno al pda, en un momento donde el país estaba gobernado por Álvaro Uribe, se convirtió en la esperanza para todas las fuerzas sociales y políticas que enfrentamos a la extrema derecha fascista. La historia dirá que al final se vivieron dos momentos, con resultados totalmente contrarios. Elprimero, gracias al espíritu de unidad reinante en las elecciones presidenciales de 2006, luego de una consulta interna en la cual el maestro Carlos Gaviria le ganó a Antonio Navarro. En los comicios presidenciales el candidato Carlos Gaviria obtuvo una votación histórica que supero los 2.600.000 votos, ocupando el segundo lugar en dicha contienda electoral. En el Congreso de Unidad del pda, realizado el 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre de 2006, todos los dirigentes resaltaron el resultado electoral alcanzado, pues en ese momento histórico la izquierda representada por el pda se convirtió en la segunda fuerza política del país, gracias a la unidad, al compromiso y al trabajo de todas las tendencias políticas que integraban el pda. El segundo, lamentablemente, cuatro años después, el espíritu unitario no fue el mismo de 2006. En efecto, en el marco de dicho proceso de unidad, en las elecciones presidenciales de 2010, Gustavo Petro luego de ganar la consulta interna a Carlos Gaviria, en calidad de candidato del pda, alcanzó 1.400.000 votos, ocupando el cuarto lugar. Al contrario de lo acontecido en 2006, en la campaña de 2010, algunos de los dirigentes del pda no tomaron parte activa en la campaña y por supuesto ello empezó a generar fricciones y descontento en la militancia identificada con Gustavo Petro, procedente especialmente del ya desaparecido pdi. Vino luego la película del cartel de la corrupción, del cual hacia parte el alcalde Samuel Moreno Rojas, y la división se agudizó, dado que Petro fue el primero en denunciar a su excompañero de partido. Desde entonces, la Unidad se hizo trizas. Petro renunció al pda y dio inicio al movimiento progresista, con el cual en 2011 se presentó como candidato a la alcaldía de Bogotá, con la propuesta de la Bogotá Humana, resultando ganador.
La referencia hecha en el capítulo 2 a los resultados electorales de 2018, es de suma importancia, por las siguientes razones: primero, porque es el primer evento electoral, luego de la firma del acuerdo de paz con las extintas farc-ep, suscrito en noviembre de 2016. Segundo, porque en la primera vuelta, Gustavo Petro, sin el apoyo de amplios sectores de la izquierda, ocupó el segundo lugar. Tercero, porque en la segunda vuelta, la gran mayoría de los sectores de izquierda y progresistas, apoyaron la candidatura de Petro, lo cual produjo de nuevo un hermanamiento entre progresistas e izquierda, que preparó el terreno para las elecciones de 2022.
Politólogos y columnistas, entre otros, se han referido a la coyuntura en la que surge el Pacto Histórico, su conformación, su propuesta programática, sus estrategias, sus liderazgos, entre otros aspectos. Sin embargo, todavía nos preguntamos: ¿Cuál fue el factor o los factores que más incidieron o determinaron el triunfo de Petro y del Pacto Histórico? En el capítulo 3 se hace referencia a los resultados que dieron triunfador al Pacto Histórico y a Petro. La discusión no está agotada. Se trató de una sumatoria de factores sociales y políticos, algunos de los cuales ya no pesarán en la coyuntura actual y por ello se debe volver sobre el tema. En el análisis no podrá faltar: el acuerdo de paz suscrito con las farc-ep; el resultado electoral exitoso de Gustavo Petro en 2018; los efectos sociales, psicológicos y económicos de la pandemia; los paros cívicos iniciados en noviembre de 2019 y su terminación en el estallido social de 2021; la unidad de todas las fuerzas políticas de izquierda y progresistas. Además, en torno al liderazgo de Petro y del Pacto Histórico, podría afirmarse, sin excepción: la capacidad de convocatoria de Petro y del Pacto Histórico para convocar a otras fuerzas de centro y del liberalismo para conformar el Frente Amplio, sobre todo para la segunda vuelta; el liderazgo indiscutible de Petro en las plazas públicas; la debilidad de los candidatos de la derecha.
Los recientes triunfos electorales de Yamandu Orsi (2025-2030) en Uruguay, en representación del Frente Amplio, el mismo que llevó a Tabaré Vásquez (2005-2009, 2015-2019) y Pepe Mujica 2010-2014 a la Presidencia, así como el de Claudia Sheinbaum Pardo (2024-2029) en México, liderado por el movimiento Morena y el Partido del Trabajo, así como el logro de la mayoría absoluta en Senado y Cámara de diputados, con lo cual se garantiza la continuidad del proyecto de izquierda que inició Manuel López Obrador, constituyen una clara demostración de que ante el declive de las políticas neoliberales, el incremento de las desigualdades y la pobreza, entre otros, se han acrecentado las posibilidades para el triunfo y permanencia en el poder de gobiernos de izquierda. Es la temática que se aborda en el capítulo 5 del libro, que incluye también los casos de Brasil, Chile y Perú.
El conocimiento de la experiencia vivida por la izquierda y el progresismo que ha llegado al poder en otros países de América Latina, constituye una luz que alienta e ilumina el proceso colombiano, pero sobre los cuales muy poco se conoce al interior de las agrupaciones de izquierda. La descripción hecha en el libro sobre estos procesos nos muestra que se trata de un rico acumulado de experiencias, modelos y enseñanzas, que no se pueden adoptar mecánicamente, pero sirven de referente para indicar que la continuidad en el poder, tal y como acaba de ocurrir en México, es producto de las alianzas políticas con otros sectores de centro, de la buena gobernabilidad, pero también de un riguroso y amplio trabajo de base, barrial y rural, de educación y participación, de interacción con las ciudadanías, el cual debe ser permanente y no sólo en épocas electorales.
Por último, es importante hacer referencia a los planteamientos hechos sobre el Partido Unitario, el Frente Amplio y sobre lo que Carlos Calderón denomina la “Confluencia Unitaria”. Dicha disertación está precedida de una clarificación sobre los conceptos de izquierda, derecha y progresismo, los cuales siguen siendo objeto de controversia por su carácter reduccionista, pero le permiten al analista identificar los intereses, motivaciones y sistemas de representación de los diversos actores políticos. En el marco de dicha claridad conceptual, así como de la historia de los partidos y movimientos que configuran la izquierda y el progresismo, se advierte que en la constitución del partido unitario, de entrada, debe descartarse de plano la idea o concepto de un Partido Único, el cual en sus palabras no es otra cosa que “la antítesis de la democracia”. De otro lado, se concibe el Partido Unitario como expresión “de la unidad, la pluralidad y la diversidad”, lo que implica y “significa ser capaces de integrar las diferentes organizaciones de la izquierda y el progresismo en una estructura unificada”. Es decir, la constitución de un Partido Unitario, aunque implica una identidad y acuerdo sobre aspectos fundamentales, es al mismo tiempo un espacio donde se le debe dar cabida a las diversas tendencias que en la actualidad representan el campo de la izquierda y el progresismo.
El autor advierte que algunas agrupaciones de izquierda y del progresismo que se han hecho participes del Pacto Histórico, probablemente no van a llegar a dicha estructura unificada, al Partido Unitario, lo cual es entendible y debe ser respetado, tal y como ya lo anunció el agrupamiento Unitarios, integrado por fuerzas pequeñas que han hecho parte del Pacto Histórico. Con las organizaciones de izquierda y progresistas, que por diversas razones no ingresen al Partido Unitario, se podrá establecer una confluencia unitaria. Se trata entonces, de una alianza liderada por el Partido Unitario, la cual propenderá por la participación de dichas organizaciones en la configuración de la lista al Senado y de las listas a Cámara de Representantes, así como del diseño e implementación conjunta de las estrategias de campaña. Por su parte, en las elecciones presidenciales, la confluencia unitaria será el mecanismo a través del cual se impulsará el Frente Amplio, el cuál jugará un papel preponderante, sobre todo en la segunda vuelta, si nos atenemos a lo vivido en las elecciones presidenciales de 2022.
El 17 de diciembre de 2024, el mismo día en que se terminó de escribir este prólogo, se llevó a cabo el acto político en el cual cinco organizaciones del Pacto Histórico: Colombia Humana, pda, up, pcc y Progresistas, tal y como lo anunciamos al comienzo, decidieron unificarse y conformar el Movimiento Político Pacto Histórico.
En la declaración Política, leída a cinco voces, denominada: “Unidad del Pacto Histórico hacia la victoria electoral en el 2026. Anuncio político general”, se avisa que:
– “Los partidos actualmente con personería jurídica: Colombia Humana, up, pda, pcc, así como el movimiento Progresistas surgido de la escisión del partido mais […] después de realizar los eventos democráticos, autónomos y estatutarios de cada agrupación, decidimos iniciar el proceso de formalización política y legal de la unidad que conduzca, en la diversidad que representamos, a un movimiento político amplio, nacional y unitario denominado Pacto Histórico, conforme a un acuerdo programático, político, electoral y organizativo”.
– “Esta decisión es abierta a otras organizaciones y agrupaciones que, en el proceso decidan sumarse al movimiento político Pacto Histórico, conforme a los acuerdos enunciados en la presente declaración, …” .
– “La decisión de constituirnos en un solo movimiento político no obligará a ninguna de las agrupaciones que lo integren a disolverse orgánicamente ni a renunciar a sus identidades propias. El Pacto Histórico como nuevo movimiento político unitario será una organización de corrientes convergentes debidamente reglamentadas a su interior …”.
– “La base principal de la unidad del Pacto Histórico como organización y movimiento político unitario será su plataforma de unidad programática …”.
– “La constitución legal y política del Pacto Histórico aportará a la construcción de un Frente Amplio con otras organizaciones…”.
Por último, debo subrayar el anuncio que cierra ese pronunciamiento:
– “Finalmente, para avanzar de manera colectiva y democracia en movimiento en la implementación de las definiciones anteriores mediante un proceso de diálogo y construcción de acuerdos que incorpore las opiniones y propuestas de los territorios, sectores y otras dinámicas interesadas en participar y comprometerse en esta gran tarea unitaria se constituye oficialmente el comité directivo provisional del Pacto Histórico…”
Hablar de movimiento y no de partido implica diferencias, tal y como lo advierte el propio Carlos Calderón en el capítulo 7, denominado “Partido/Movimiento Unitario y Frente Amplio”. No obstante, como se podrá apreciar, el autor sostiene que el Partido Unitario debe acoger las diversas tendencias. En su opinión “el Partido/Movimiento Unitario significa ser capaces de integrar las diferentes organizaciones de la izquierda y el progresismo en una estructura unificada, es decir, reconociéndose la diversidad de los orígenes múltiples, diversos y plurales de la unidad… Un Partido/Movimiento Unitario es la simbiosis de diferentes esfuerzos políticos con historias propias, que deciden hacer sinergia orgánica y funcional para multiplicar las fuerzas. Es la fusión que genera una energía política extraordinaria, que se transforma cualitativa y cuantitativamente en un nivel superior”. Así, las cosas, existen denominadores comunes a ambos conceptos: Partido Unitario y Movimiento Político, pero también diferencias, que saldrán a flote en el momento de diseñar el proyecto de estatutos, ejercicio que pondrá a prueba el verdadero interés y compromiso en la unidad, por parte de las organizaciones que suscribieron la mencionada declaración política.
El anuncio es esperanzador, como lo fue el llamado hecho por las y los dirigentes que tomaron la palabra, en el sentido de que el proceso de conformación de este movimiento político, la definición de su plataforma programática, las alianzas y estrategias de campaña, la definición de criterios para la confección de las listas al Senado y Cámara debe estar soportado en la participación activa de los liderazgos territoriales. A lo cual agregaría que debe adoptarse una actitud autocrítica y proactiva, que permita tomar correctivos frente a los errores cometidos en el pasado, especialmente en las elecciones territoriales de 2023, lo cual afectó la unidad, tal y como aconteció al interior de Colombia Humana, con un amplio sector que cuestionó las formas, los procedimientos, el cómo, al no recibir respuesta alguna, y que finalmente tomó la decisión de armar rancho aparte, lo que por supuesto es lamentable.
Para terminar, se debe subrayar la sugerencia que el autor hace, en el sentido de que el tema de la unidad de la izquierda y del progresismo es un ejercicio que debe involucrar no solo a la dirigencia, la militancia y líderes-as de las diversas tendencias políticas de la izquierda y el progresismo, sino a las organizaciones sociales y a la intelectualidad interesada en dicha temática.
Finalmente, debo subrayar y agradecer el honor que siento al haber sido invitado por el compañero y amigo Carlos Calderón, con quien compartimos y nos identificamos en muchos de los planteamientos hechos en este libro, para realizar el prólogo. Su trayectoria profesional y política y sus enormes cualidades como persona, como amigo, compañero, esposo y padre de familia, constituyen un ejemplo de vida. Igualmente, debo decir que siento emoción al leer la dedicación con que abre el libro, “a lucho calderón, fuente de mi compromiso con la vida, la paz y la unidad”.
Lucho Calderón (qepd), asesinado en 1983, fue mi compañero y amigo. A finales de los años 70 y comienzos de los 80, hicimos parte de los jóvenes que, en ese entonces, estuvimos al frente del movimiento estudiantil de la Universidad del Cauca. La extrema derecha no le perdonó su militancia política en la izquierda de la época y su liderazgo al frente de los damnificados y habitantes de los asentamientos que los pobres y destechados de Popayán construyeron, como consecuencia del terremoto de 1983.
Norberto de Jesús Jaramillo Salgado
Antropólogo
Militante de Colombia Humana
Popayán, diciembre de 2024
Para adquirir el libro
https://libreria.desdeabajo.info/index.php?route=product/product&product_id=394
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